1. INTRODUCCIÓN
⌅Afirma el arquitecto Eduard Callís en su magnífica obra, Arquitectura de los pantanos en España,
que «esta arquitectura también tiene un sistema de representación
determinante, el perfil. El corte del paramento, perpendicular al empuje
y dirección del agua, expresa a la perfección el tipo estructural y el
sistema de alivio»; que «puede leerse el proyecto como un encadenamiento
de decisiones estratégicas con el objetivo de conseguir el máximo
almacenamiento con el mínimo esfuerzo y la mayor seguridad», y que
«proyectar una presa implica pensar a lo grande, en todos los sentidos» (1(1) Callís Freixas, E. (2015). Arquitectura de los pantanos en España. Universitat Politècnica de Catalunya. Barcelona. http://hdl.handle.net/10803/383061
).
En 1964, el ingeniero de Vigilancia de Presas Manuel Alonso Franco destacó que el número de grandes presas construidas en Gran Canaria era enorme, pequeñísimos a escala de la Península. Es incuestionable, por tanto, que la cifra de los muros de presa construidos en el siglo XX tiene su concepción, no sólo en la especial geografía de las cerradas, sino en el gigantesco número de grandes presas que se llegaron a diseñar para conseguir el objetivo de regar las fincas de plataneras. Por consiguiente, lo que se desenvuelve en el curso de un siglo de construcción, para cerrar los barrancos de Gran Canaria, tiene su base y origen en un espectáculo grandioso de proyectos que merecen una significativa interpretación.
No se puede comprender el ciclo del agua en Gran Canaria sin hacer referencia a la construcción de grandes presas. Todas las tipologías de presas han sido utilizadas en el diseño de los embalses de las islas, si bien, las presas de gravedad mediante mampostería destacan, con diferencia, sobre las demás tipologías. Las presas de embalse fueron concebidas para ser utilizadas como reservorios de agua para su uso en la agricultura, no para el abastecimiento, aunque algunos pocos proyectos fueron concebidos para solucionar los graves problemas de abastecimiento de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y el Puerto de la Luz.
La iniciativa privada fue la gran responsable de la construcción de las grandes presas en Gran Canaria durante la primera mitad del siglo XX, mientras que los proyectos con financiación pública se desarrollaron, principalmente, en los años 60 y 70.
2. SIGLO XIX: 8 GRANDES PRESAS
⌅En
1862 el ingeniero Juan León y Castillo diseñó siete presas escalonadas
en el Barranco de Tamaraceite para la formación de embalses con destino a
riegos. En la memoria del proyecto recogió que el lecho y las márgenes
del barranco debían de ser resistentes y estar formados de roca casi en
su totalidad, para hincar en el cauce siete cuerpos sólidos de
mampostería hidráulica y sillería de 6,50 m de ancho de coronación y 15 m
de altura sobre cauce (en este caso con el talud de aguas arriba
escalonado y más tendido que el de aguas abajo, que era casi vertical y
liso). Las 7 presas vertedero de planta recta disponían, además, de una
galería para la limpieza del depósito. Unos años más tarde, en 1867, el
ayudante Pedro Maffiotte imaginó, para el Proyecto de la Presa de Pinto (Figura 1),
un muro de gravedad con un talud de aguas arriba vertical y un talud de
aguas abajo inclinado. Frente al perfil tipo equivocado de las siete
presas escalonadas de León y Castillo, el muro de Maffiotte tenía un
perfil cuya forma de trabajo era más adecuada. Este cuerpo rígido de
mampostería, situado sobre otro cuerpo rígido (el terreno de apoyo),
tenía 25 m de altura con cimientos y una coronación con planta recta de
105,5 m de longitud por 8 m de ancho. El diseño incluía un cañón de
desagüe (2(2) González Gonzálvez, J. (2020). Obras hidráulicas en Gran Canaria. Una colección de poderosas construcciones. LPGC.
).
3. SIGLO XX: 321 GRANDES PRESAS
⌅La
construcción de grandes presas en Gran Canaria se inició con la
tramitación y concesión del Proyecto de la Presa de San Lorenzo, de 1902
(3(3)
Santamarta Cerezal, J. C., & González Gonzálvez, J. J. (2012).
Singularidades y evolución técnica de la ingeniería de presas en las
Islas Canarias. Revista de Obras Publicas, 159 (3530), 33-50. ISSN
0034-8619.
). Frente a la robustez de los diseños del siglo XIX (4(4) Saldaña Arce, D. (2011). Presas de mampostería en España. Tesis Doctoral. Universidad de Santander.
), el segundo muro de presa diseñado por León y Castillo tenía un perfil esbelto (5(5)
González Gonzálvez, J. (2009). Construcción, recrecido e incidente de
la Presa de Martinón (San Lorenzo) Gran Canaria 1902 - 1988. LPGC.
).
Así, la presa imaginada (gravedad, planta curva y de mampostería) tenía
33 m de altura con cimientos y 4 m de ancho de coronación. El talud de
aguas arriba era vertical salvo en los últimos metros de la base,
mientras que el talud de aguas abajo era escalonado, salvo los últimos
metros en coronación. Se incluyó un canal en el muro para respetar una
concesión preexistente. La clase de fábrica para los cimientos sería de
mampostería hidráulica; mampostería ordinaria para el cuerpo y pretiles;
y de sillería toscamente labrada para el revestimiento interior del
muro. León y Castillo recogió de nuevo un elemento que fue,
posteriormente, incluido en la mayor parte de los proyectos de presas de
la primera mitad del siglo XX: la galería de limpia.
Entre 1902 y 1909 sólo se diseñaron 8 grandes presas, de gravedad y de mampostería (6(6)
González Gonzálvez, J. (2005). Tengamos agua y lo tendremos todo. Las
grandes presas de Gran Canaria. En F. Bueno Hernández & D. Saldaña
Arce (Eds.), Actas II Congreso Nacional de Historia de las Presas
(Burgos 20, 21 y 22 de octubre de 2005), pp. 449-465. Burgos.
).
Las presas escalonadas del Pinto en Arucas y las de Quintanilla en
Firgas también se diseñaron con planta curva, perfil tipo muy esbelto,
talud superior vertical y talud inferior escalonado. La altura sobre
cauce de las Presas de Arucas era de 30 m, mientras que el ancho de
coronación era de 4 (7(7)
González Gonzálvez, J. (2013). Un ejercicio de investigación: las
grandes presas de la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas. LPGC. Depósito
Legal: GC 564-2013.
). La Represa del Pinto (Figura 2)
fue diseñada por el ayudante de obras públicas Julián Cirilo Moreno en
1902; la Nueva Represa por el ingeniero Manuel Hernández; mientras que
las dos Presas de Quintanilla, de altura inferior, fueron diseñadas por
el ingeniero Germán León y Castillo.
El
ingeniero Felipe Gutiérrez fue el autor del primer proyecto público de
una gran presa en la cumbre insular: Cuevas Blancas (29 m de altura con
cimientos, 1,95 m de ancho de coronación y planta curva). Adoptó para la
sección el perfil triangular “porque cumplía con la condición de Levy
relativa a compresiones máximas en el paramento de aguas arriba, según
había sido prescrito por el Gobierno español para la construcción de
varias presas” (8(8)
González Gonzálvez, J. (2011). La Presa de Cuevas Blancas en la cumbre
de Gran Canaria: proyectos, cimientos, sondeos y cemento (1905 - 1971).
El conocimiento de los recursos hídricos en Canarias cuatro décadas
después del proyecto SPA-15. LPGC.
). La gran
estabilidad obtenida se alcanzaba aumentando de un modo razonable los
espesores del perfil. El paramento de aguas arriba era vertical,
mientras que el de aguas abajo se dispuso con un talud liso de 0,86. No
incluyó una galería de limpia sino un desagüe de fondo. En 1907 se
diseñó en lo alto de Tamadaba una gran presa de 16 m de altura sobre
cauce, planta recta y con taludes 0,20 y 0,40 en los paramentos de aguas
arriba y aguas abajo respectivamente (9(9)
González Gonzálvez, J. (2007). Las presas del Cortijo de Samsó en
Tamadaba (Gran Canaria). V Congreso Nacional de Historia de la
Construcción. Instituto Juan de Herrera. Burgos.
).
Además de la planta rectilínea y los taludes del muro, el interés de
este proyecto está en la cerrada escogida, al construirse posteriormente
en la misma la primera gran presa de materiales sueltos de Gran
Canaria, entre 1943 y 1954 (10(10)
González Gonzálvez, J. (2012). Construction of large dams in the Canary
Islands. XXIV Congreso Internacional de la Comisión Internacional de
Grandes Presas (ICOLD).
).
La construcción de La
Represa del Pinto (1910) fue determinante para que se incrementaran los
diseños de grandes presas en el Norte de Gran Canaria (11(11)
González Gonzálvez, J. (2008). Las grandes presas de Gran Canaria.
Toponimia, propiedad, tipología y construcción. La Cultura del Agua en
Gran Cana-ria. Gobierno de Canarias. Tenerife.
). Así,
en la segunda década (1910-1919) el número ascendió a 13 grandes presas
(11 de ellas eran de gravedad, planta curva y de mampostería). Su altura
sobre cauce oscilaba entre los 25 y el 32 m, con el paramento de aguas
arriba vertical y el de aguas abajo escalonado. Casi todas incluían una
galería de limpia. Por consiguiente, los presistas se inclinaron por la
planta curvilínea (a pesar del mayor volumen de fábrica) para conseguir
una mayor seguridad en la estabilidad gracias al efecto arco, pero con
un perfil tipo con criterios de diseño de corte racional típico de
finales del siglo XIX: paramento de aguas abajo escalonado y quebrado
(con talud creciente hacia la zona inferior), paramento de aguas arriba
vertical salvo en los últimos metros de la base, y casi todas con una
anchura de la coronación singular. La Presa Samsó (Figura 3),
un muro robusto de mampostería con planta poligonal y con taludes
vertical y escalonado y que fue hincada en la margen derecha del
Barranco de Anzofé, presenta un equilibrio del conjunto con su enorme
macizo de tierras (2(2) González Gonzálvez, J. (2020). Obras hidráulicas en Gran Canaria. Una colección de poderosas construcciones. LPGC.
). Ingeniero desconocido.
Un proyecto singular fue la presa de materiales sueltos (arcilla) que en 1917 diseñó el ingeniero Manuel González en el Barranco de la Umbría, para el particular Jaime Sintes (Figura 4). Un muro de tierras fuertemente comprimidas, para conseguir la impermeabilidad del macizo, con 35 m de altura sobre cauce y 223,20 m de longitud de coronación por 4 m de ancho.
Entre
1920 y 1929 se diseñaron 14 grandes presas, la mayoría de gravedad,
planta curvada y de mampostería (más de la mitad con galería de limpia).
Los ingenieros continuaron diseñando muros con perfil tipo con
criterios de diseño de corte racional, con la mitad de las presas con el
talud de aguas abajo escalonado y casi todas con el talud de aguas
arriba vertical, salvo dos, cuyo talud de aguas arriba era de 0,05 (pero
con una suma de taludes inferior a 0,80). La altura de los muros
oscilaba entre los 20 y los 36 m, pero en 1929 Pedro León y Castillo
imaginó una presa de 61 m de altura junto a la Mesa de las Burras en
Santa Lucía de Tirajana. El particular, don José Verdugo Acedo, renunció
a su construcción tras realizarse un estudio de la impermeabilidad del
vaso en Barranco Hondo (12(12)
González Gonzálvez, J. (2019). Construcción de grandes presas en
Canarias: la singularidad de Gran Canaria. Actas XIV Semana Científica
Telesforo Bravo. Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias. Tenerife.
).
En la cumbre se diseñó y se inició la construcción de la Presa de los
Hornos, pero el resto de las presas se distribuían por la vertiente
norte de la isla, desde el municipio de San Lorenzo hasta el de Gáldar (13(13)
Benítez Padilla, S. (1959). Gran Canaria y sus obras hidráulicas.
Cabildo Insular de Gran Canaria. Las Palmas. ISBN 10: 8481030023 / ISBN
13: 9788481030020.
). Fue en Gáldar donde Manuel
González diseñó en 1924 una presa de 20 m de altura sobre cauce con un
perfil racional típico, aunque con una singular forma poligonal
(segmento de arco de círculo de 200 m de radio de 107 m de longitud y
dos tramos rectos de 26 y 35 m de longitud respectivamente). La
concesión fue otorgada en 1934 pero a pesar de la carencia de
aglomerantes y mano de obra, la mayor parte de la Presa de Mister Leacok
(14(14)
Suárez Moreno, F. (2009). El Agua en Canarias. Historia,Estrategias y
Procedimientos Didácticos, (pp. 60). DEPÓSITO LEGAL: GC 1323-2009
)
fue construida: 17 m de altura sobre cauce, planta poligonal con los
tres tramos rectos y un perfil superabundante respecto al del proyecto (Figura 5).
En 1954 el presista vasco Julio Alonso Urquijo firmó el proyecto de
recrecimiento o terminación de la presa hasta la altura de 20 m. Las
obras se llevaron a cabo entre 1956 y 1957.
La cuarta década del siglo XX (1930-1939) fue asombrosa (15(15) Suárez Moreno, F. (2005). Estrategias y Arquitecturas del agua en Gran Canaria (siglos XV-XX), (pp. 28). ISSN 1699-8669.
), llegándose a diseñar 71 grandes presas, 61 de ellas en los tres primeros años (16(16)
González Gonzálvez, J. (2015). Registro de las grandes presas canarias
en explotación (Islas Canarias). X Jornadas Españolas de Presas. Comité
Nacional Español de Grandes Presas. Sevilla.
). La
mayor parte de los muros de presa (65) eran de gravedad, planta curvada y
fábrica de mampostería (2 de hormigón mamposteado); mientras que sólo 4
fueron diseñados con planta recta. Los otros dos muros, y debido a la
estrechez de sus gargantas, eran presas bóvedas diseñadas para hacer más
rápida su construcción (al reducir la masa de la presa) y disminuir su
coste. Algunos ingenieros adoptaron el perfil triangular con talud para
el paramento interior de 0,05, pero muchos siguieron diseñando presas
con perfil racional típico. Ahora bien, los más atrevidos cerraron con
perfiles esbeltos barrancos principales como el de Azuaje de 63 m (Figura 6),
Las Goteras (33 m), La Virgen (61 m), Tauro (51 m) o, mediante dos
presas escalonadas de 32 m de altura, el de Los Propios (Moya) o el de
Ayagaures; pero también imaginaron cerrar los barrancos de Tifaracás
(52,50 m), Valerón (33 m), Jiménez (30 m), Cubas (51 m) o Merdejo (36
m). En muchas presas el talud de la zona inferior del paramento de aguas
arriba se llevó hasta la zona intermedia, o bien, hasta casi el macizo
de la coronación.
En 1930, el ingeniero Eugenio Suárez Galván diseñó en la cerrada bajo la Cruz de Soria en el Barranco de Arguineguín (17(17)
González Gonzálvez, J. (2010). Presa de Soria. Una historia de
proyectos, informes y notas informativas. Gran Canaria, 1935 - 1972.
LPGC. Depósito Legal: GC. 562 -2010
), una presa de 90
m de altura con cimientos (gravedad, planta curva y de mampostería). El
perfil tipo aún no ha sido localizado, pero este proyectista había
diseñado el muro de Los Pérez (61 m sobre cauce) y posteriormente
imaginó las presas de Cuevas de Cubas (69,50 m con cimientos) y
Valsequillo (58 m sobre cauce). El proyecto de un muro de 86,5 m de
altura sobre cauce en el Barranco de Soria fue rechazado por la
Dirección General de Obras Hidráulicas por su vaguedad, así que el
Cabildo Insular de Gran Canaria (su promotor) encargó al ingeniero
Carlos Morales Lahuerta cerrar el Barranco de Soria. El nuevo proyecto (Figura 7),
era una presa bóveda de hormigón hidráulico de pared delgada de ángulo y
radio variable (muro de 65 m sobre cauce, 70 metros con cimientos,
ancho de coronación de 2 m, longitud de coronación de 77,28 m y 10,21 m
en la base.
Simón Benítez Padilla diseñó en 1931 una presa bóveda en el Barranco del Sabinal de 20 m de altura sobre el macizo de cimentación (Figura 8). No sólo la proyectó porque estimó que “su coste era inferior en la mitad al proyecto primitivo” (de gravedad), sino porque “no existía el menor riesgo: por la escasa monta del cubo de aguas almacenado” y por estar inmediatamente aguas arriba de otra presa ya construida (Presa del Sabinal), de mayor capacidad de embalse y sin viviendas junto al álveo en el corto trayecto del barranco hasta su desembocadura.
Dada
la estrechez de la garganta en la cerrada, Benítez Padilla optó por una
presa bóveda “con el paramento de aguas arriba vertical con un grueso
en la coronación de 80 cm y talud exterior de forma quebrada constituido
por cuatro líneas rectas. La fábrica de hormigón de cemento Portland de
fraguado lento, incluía dos armaduras simétricas separadas 5 cm de uno y
otro paramento, con los diámetros y espaciamientos de barras” (18(18) González Gonzálvez, J. (2014). Simón Benítez Padilla: maestro de presas. LPGC. Depósito Legal: GC 992-2014
).
En la difícil década de 1940 el número de grandes presas descendió a 59 (50 de ellas de gravedad y fábrica de mampostería con mortero de cal o mixto). Se diseñaron 32 muros con planta curvilínea, pero los de planta recta ascendieron hasta los 18. No se diseñaron muros tan altos como en la década anterior, siendo el de mayor altura el del Mulato, del ingeniero Luis da Casa (45 m de altura sobre cauce y 56 m con cimientos). Da Casa también fue el autor del primer proyecto para cerrar el barranco más importante de Canarias (el de la Aldea) en el Caidero de la Niña (de gravedad, planta curva, mampostería y 40 m de altura sobre cauce). Ahora bien, entre 1940-1949 se diseñaron las primeras presas de materiales sueltos; una de gravedad aligerada con 11 contrafuertes para cerrar el Barranco de Ariñez; y la única presa de bóvedas múltiples imaginada en Gran Canaria.
En 1942 el ingeniero Rafael Ynzenga Caramanzana diseñó, en lo alto de Tamadaba (Figura 9),
dos presas de 16 y 11 m de altura sobre cauce de mampostería en seco
con pantalla de mampostería de cemento y enlucido con mortero de cal y
cemento. Tras un ensayo con éxito proyectó en 1943 dos presas similares
de 18,70 m de altura (19(19)
González Gonzálvez, J. (2009). Siete presas, nueve estanques y una
tubería. Cortijo de Samsó, Tamadaba, Gran Canaria, 1907 - 2009. LPGC.
Depósito Legal: GC 1168 - 2009
).
Ese mismo año Simón Benítez Padilla diseñó en el Barranco de Ariñez (Figura 10) dos presas de escollera con núcleo central de arcilla de 21 m de altura hasta el aliviadero (18(18) González Gonzálvez, J. (2014). Simón Benítez Padilla: maestro de presas. LPGC. Depósito Legal: GC 992-2014
).
El
ingeniero Rafael Martínez fue el autor en 1948 de una presa de gravedad
aligerada con 11 contrafuertes, de 31,20 m de altura sobre cauce y
fábrica de mampostería y hormigón en masa. Sin embargo, el proyecto más
innovador de la década fue el de la presa de 15 m de altura, para cerrar
el Barranco de Antona (Figura 11),
de bóvedas múltiples de hormigón en masa con separación entre ejes de
contrafuertes de 7,50 m de mampostería hidráulica, del ingeniero Joaquín
Belón en 1949. Dos años antes, el presista de espíritu progresivo
Rafael Ynzenga había diseñado el estanque de bóvedas múltiples El
Maipez: una obra sencilla de fábrica aligerada y exiguos espesores con 8
bóvedas de hormigón repartidas en los tres lados que cierran la ladera
casi vertical del Barranco Guiniguada. Una construcción notable (2(2) González Gonzálvez, J. (2020). Obras hidráulicas en Gran Canaria. Una colección de poderosas construcciones. LPGC.
).
Entre 1950 y 1959, cuando la agricultura en Gran Canaria se elevó al rango de la jardinería (10(10)
González Gonzálvez, J. (2012). Construction of large dams in the Canary
Islands. XXIV Congreso Internacional de la Comisión Internacional de
Grandes Presas (ICOLD).
), se llegaron a diseñar 116
grandes presas, 115 de gravedad con perfil triangular (87 de ellas en la
primera de mitad de la década). Los ingenieros diseñaron 72 muros con
planta curvilínea y 43 con planta recta. Para el ingeniero Julio Alonso
Urquijo, autor de más de 50 proyectos de presas, la mayoría se diseñaban
con planta curvada porque era la más autorizada por la administración.
Respecto a la fábrica, sólo 8 muros fueron imaginados con hormigón
mamposteado, mientras que el cuerpo del resto de los muros (107) eran de
mampostería de cal; la cimentación y la pantalla del paramento de aguas
arriba de mampostería semihidráulica; y el enlucido de cal y cemento se
destinaba al revestimiento del paramento de aguas arriba. El único
diseño innovador, cuya concepción se debió al informe geológico de la
cerrada (bajo la Cruz de Soria) redactado en 1958 por el ingeniero José
Luis Fernández Casado, fue la presa bóveda de Soria (Figura 12). El proyecto fue elaborado por los ingenieros Luis Fedriani Isern y Francisco Pérez Cerdá en tan sólo 4 meses (17(17)
González Gonzálvez, J. (2010). Presa de Soria. Una historia de
proyectos, informes y notas informativas. Gran Canaria, 1935 - 1972.
LPGC. Depósito Legal: GC. 562 -2010
). Según recogió
el ingeniero de Vigilancia de Presas Manuel Alonso Franco: se trata de
una presa bóveda de 122 m sobre el cauce y de 130 m sobre cimientos. La
bóveda tiene un ancho en la base de 17,30 m y 3,057 en coronación.
Descansa sobre un zócalo que tapona el cauce estrecho del barranco con
planta ligeramente arqueada y espesor bastante de 26,50. La bóveda está
formada horizontalmente por arcos de espesor constante y directriz
circular. Sus trasdoses forman un cilindro de generatrices verticales y
de radio 65 m hasta la cota 548. A partir de ella los radios son
variables con la altura alcanzando en coronación el valor de 84,53 m.
En los años 60 el número de muros diseñados disminuyó a 31 (21 de gravedad, fábrica de mampostería y dominio de la planta rectilínea sobre la curva); 7 de gravedad y hormigón mamposteado (6 con planta recta y una curvada); una presa de gravedad de 80 m de altura, planta recta y hormigón en masa, para cerrar el Barranco de Moya; una de gravedad aligerada, también en Ariñez; y una bóveda gruesa con doble curvatura de 78,50 m de altura sobre cimientos (190 m de longitud de coronación y 5 m de anchura), diseñada por el ingeniero Saturnino Alonso Vega (perfil no localizado). Hasta la fecha la mayoría de los aliviaderos se ubicaban en la ladera óptima y el vertido se realizaba mediante un cunetón o canal excavado en la roca, pero en los sesenta destacaron las presas tipo vertedero con perfil Creager y se impuso, por fin, el diseño de los órganos de control.
En la década de 1970 el número de presas
descendió a 9, incluyendo el macrodepósito de la Caldera de Pino Santo
con presa de cierre tipo escollera (Figura 13)
y la presa clandestina construida por Juliano Bonny en el Sur de Gran
Canaria, y que el Servicio Hidráulico de Las Palmas descubrió en 1977 y
la denominó entonces como la Presa Fantasma (gravedad, recta y hormigón
mamposteado). La presa bóveda de Saturnino en el Barranco de Siberio fue
sustituida por una solución de presa de escollera con pantalla
asfáltica en el paramento de aguas arriba (20(20)
González Gonzálvez, J. & Echeverría García, E. (2018). Presa de
Siberio: in memoriam Emilio Benítez Pascual Maestro de presas. IX
Jornadas Españolas de Presas. Comité Nacional Español de Grandes Presas.
León.
); en el Mulato se diseñó sobre la presa
inacabada de las Vinagreras un recrecido mediante una pantalla de
hormigón y un cuerpo superior que se apoyaba sobre el muro primitivo de
mampostería (2(2) González Gonzálvez, J. (2020). Obras hidráulicas en Gran Canaria. Una colección de poderosas construcciones. LPGC.
);
en Cueva Blanca se diseñó y se construyó una presa de gravedad, planta
rectilínea y de hormigón en masa, a pesar del estudio geológico que
desaconsejaba cerrar el Barranco Hondo de Santa Lucía de Tirajana (21(21)
González Gonzálvez, J. (2019). Geología de grandes presas en Gran
Canaria. El Pajar. Cuaderno de Etnografía Canaria. Nº 33. Tenerife.
);
y en la costa del macizo de Amurga se ejecutó bajo la Montaña de las
Tabaibas la Presa del Conde (de gravedad, planta recta y de hormigón en
masa)
El ingeniero Adolfo Cañas Barrera mantuvo en 1964 la solución tipo gravedad, planta recta, hormigón mamposteado y aliviadero tipo Creager para cerrar el Barranco de Tirajana. La presa tenía una altura con cimientos de 59 m (43,50 m sobre cauce) porque el resultado del sondeo en el cauce fue de 13 m de acarreos. Cuando la excavación llegó a los 18 m la Administración detuvo las obras y ordenó la ejecución de un nuevo sondeo para determinar la profundidad a la que estaba la roca (que apareció a los 32 m). Vigilancia de Presas propuso el estudio de una solución en materiales sueltos, en alternativa a la presa bóveda de 77 m de altura con cimientos (42 m sobre cauce y 35 m encajados en los acarreos y roca del barranco) que fue imaginada por el presista Saturnino Alonso Vega. Con la asistencia técnica de la Consultora Torán y Cía, Saturnino proyectó en 1970 una presa de escollera de acarreos con núcleo de arcilla inclinado (Figura 14). Para el Ingeniero Jefe de Vigilancia de Presas José Luis Fernández Casado la solución presentada era original, pero estaba de acuerdo con las conclusiones de Manuel Alonso Franco: taludes de presa más rígidos de lo normal. Tras una reunión con personalidad compuesta por los ingenieros Saturnino Alonso, José Torán, Alberto Herreras, Manuel Alonso y José Luis Fernández, se llegó al pacto final para cerrar Tirajana [ cauce, barranco y caldera].
4. CONCLUSIONES
⌅Pese a que existen más de 100 grandes presas en el Archipiélago Canario, fundamentalmente en las islas de Gran Canaria y La Gomera, existe un gran desconocimiento a nivel mundial de la ingeniería relacionada con estas infraestructuras en el archipiélago. La dificultad de acometer estos proyectos de ingeniería hidráulica en las Islas Canarias está marcada por la poca disponibilidad de materiales y unos terrenos volcánicos, permeables y poco competentes para almacenar agua, sin que esta se perdiera por el vaso del embalse. De hecho, prácticamente no quedan terrenos técnica y económicamente viables para realizar nuevas presas y, prácticamente, se ha optado por la impermeabilización artificial del terreno mediante la construcción de balsas de riego. Por otro lado, la inmediatez y disponibilidad de la producción industrial de agua hacen cada vez menos necesaria su participación en el ciclo integral del agua. No obstante, en su conjunto presentan un patrimonio hidráulico importante que hay que conservar, proteger y poner en valor por todo el desarrollo y economía que han generado donde se han construido.
La época más prolífera en el diseño y construcción de presas fue la cuarta década del siglo XX (1930-1939), con diseños innovadores y atrevidos. Ahora bien, tras la drástica reducción del número de presas en la década de 1940, debido a la Guerra Civil Española y la inmediata posguerra, fue en la década de 1950 donde el número de presas diseñadas fue espectacular, debido al cultivo del plátano, pero los proyectos eran básicamente funcionales: presas de gravedad, planta curvilínea, fábrica de mampostería con alturas entre los 15 y 30 m. La construcción de presas de mampostería se extendió hasta finales de la década de los 60, finalizando las presas iniciadas en décadas anteriores, en proyectos nuevos o en varios recrecimientos de presas inacabadas. Ahora bien, desde 1964 el Servicio de Vigilancia de Presas impuso sus impresiones, debido a cierto retraso técnico con las presas de la España peninsular en criterios de diseño, materiales, medios y técnicas constructivas, por lo que a partir de los 60 los diseños de grandes presas se fueron ajustando a la realidad. Así, en los 70 comenzaron a construirse las primeras presas de materiales sueltos, posiblemente por el menor coste de estas, y se impuso el hormigón y la planta recta.
La mayoría de las presas diseñadas en el siglo XX en Gran Canaria tenían planta curva, especialmente por la mayor predisposición de la administración a dar la correspondiente autorización a su construcción. La última época de construcción de presas podemos englobarla en los años 60 y 70, donde los proyectos de presas de gravedad con fábrica de mampostería y plantas curva pasaron a ser de gravedad, mampostería hormigonada y planta rectilínea. El diseño y la construcción de la bóveda de Soria en los 60 fue un hito histórico. Posteriormente se construyeron las presas de materiales sueltos de Tirajana y Siberio y algunas presas de hormigón con planta recta.
Podemos concluir que, a lo largo de la historia de las Islas Canarias, se ha contado con auténticos maestros en la construcción de presas que han dejado su patente en los diferentes proyectos acometidos, construcciones muy complejas y con menores medios que en el terreno continental. Ingenieros como Juan León y Castillo, Simón Benítez Padilla, Julio Alonso Urquijo, Rafael Ynzenga Caramanzana, Saturnino Alonso Vega, Manuel Alonso Franco, entre otros, colaboraron sin duda en hacer de las Islas Canarias uno de los lugares con mayor densidad de grandes presas del mundo.