Las recientes obras de restauración en el Baño del Nogal o Bañuelo (
The recent restoration works in the bath of El Nogal or Bañuelo (
La protección del Baño del Nogal o Bañuelo a partir de su declaración como Monumento Nacional en el año 1918 coincide con las primeras planimetrías detalladas del edificio que sirvieron de base al primer Proyecto de reparación, redactado en 1927 por Leopoldo Torres Balbás, arquitecto-director de la Alhambra. El edificio, situado en el barrio del Albaicín de Granada, en la margen derecha del río Darro, es uno de los baños andalusíes mejor conservados. Ocupa una parcela rectangular de unos 12,60 x 34,45 m, con entrada por el sur, a través de una construcción de dos plantas que da a un patio desde el que se accede a las salas del baño: vestuario, sala fría, sala templada y sala caliente. Junto a ésta, en el extremo norte del conjunto, se sitúa la caldera y la sala de servicio o leñera, que debía de tener conexión con la calle para el suministro de combustibles. El baño está construido con muros de hormigón de cal y bóvedas de ladrillo con lucernas para la iluminación y el control del vapor. El agua entraba por el sector norte, a partir de un ramal de la acequia de Axares, y evacuaba por una atarjea al río Darro.
No se conocen fuentes andalusíes con información del edificio, situado junto a la Puerta de los Tableros (
El interés de los investigadores y las fuentes documentales más abundantes se producen en el siglo XIX, con descripciones del edificio, grabados y planimetrías. Un análisis historiográfico detallado se encuentra en una reciente publicación de los autores del presente trabajo (
La primera noticia sobre trabajos para recuperar la estructura original del baño corresponde a 1912. Su propietario
En 1951,
En el siglo XXI, el Bañuelo vuelve a interesar a los investigadores. En 2012,
A continuación, analizamos los proyectos y obras de restauración realizados en el Bañuelo desde las primeras décadas del siglo XX hasta nuestros días.
1927.
Con carácter previo se realizaron trabajos de exploración y limpieza que sirvieron para definir las actuaciones incluidas en la Memoria y que recogemos según la estructura original del documento:
Desescombro de habitaciones de servicio y retirada de tierra de salas y riñones de bóvedas.
Derribo de construcciones modernas sobre las bóvedas, dejando solo la nave de fachada a la Carrera del Darro, donde se instalará la vivienda del guardián; exploración del subsuelo de esa casa y patio de entrada para buscar cimientos antiguos.
Reconstrucción de la antigua atarjea general existente junto al lindero oeste; pavimentación con ladrillo mazarí de las salas abovedadas excepto la templada que se hará con mármol blanco según vestigios descubiertos, dejando la solería a la altura primitiva.
Reconstrucción de lucernas en su antigua forma, trasdosándolas con mortero de cemento, fratasándolas e impermeabilizándolas con alquitrán (
Reconstrucción de bóvedas de los pequeños aposentos de la cámara del fondo donde pudo haber pilas de agua y la del local de la caldera, las primeras serán por arista, según vestigios, y la última de cañón según se acusa claramente; estas bóvedas han de reconstruirse, pues sino entraría el agua de lluvia al resto de locales. La del aposento del fondo en cambio, que también fue de cañón, no se consideraba urgente reconstruirla.
Derribo del muro de la estancia más próxima a la entrada, mediando con la nave moderna de fachada, pues por su insuficiente cimentación y pasar bajo él la atarjea, está muy volcado y es necesario reconstruirlo aplomado (
Construcción de la escalera de ladrillo a la catalana para subir a las bóvedas y piso alto de la vivienda del guardián, pues había sido derribada la escalera moderna situada en el patio de entrada.
La inexistencia o pérdida del “Diario de Obras” del Bañuelo, con el que Torres Balbás documentaba sus trabajos, impide conocer la descripción minuciosa de éstos, así como de los datos arqueológicos que aparecieron. Sobre esta actuación solo publicó un párrafo poco después, donde indicaba que “fue obra de 1927 a 1928, derribando construcciones parásitas y haciendo una labor de saneamiento y consolidación, sin privarle de su sugestivo aspecto de vejez” (
En primer plano detalle de columna, capitel y cimacio.
La exploración del subsuelo aparece en el plano hecho durante las obras (
Restos de la galería sur pueden verse también en el plano, donde se dibuja el arranque de un machón de ladrillo. Una planta similar había sido ya intuida por Girault de Prangey (
En el plano se dibujaron también restos de pavimentos de ladrillo en el actual patio y otros en la sala caliente, además de nueve vestigios de solería de mármol blanco en la sala templada, que permitieron rehacer el canal rehundido que cruza la estancia (
Afortunadamente, durante la obra no se colocaron las bajantes de cubierta en cajas hechas en los muros, instalándose en las esquinas de la alhanía occidental de la sala fría. La conexión con la atarjea se hizo mediante conducciones independientes bajo el pavimento, que fueron identificadas en las obras de 2005-06. En estos trabajos se localizaron también restos de mortero de cemento que, como revestimiento, se habían aplicado en 1927-28 en las paredes de la atarjea. Respecto a la reconstrucción de las bóvedas en la zona norte, además de las tres previstas en el apartado e), se hizo otra de medio cañón en el espacio situado al oeste de aquellas, donde se conservaban los peldaños de una escalera de ladrillo que permitiría subir a las cubiertas desde la leñera. En el paramento del muro de hormigón de este sector encontramos improntas del replanteo del arco de la bóveda de esta escalera. Torres Balbás no alude a ella en el proyecto, aunque dibuja su arranque en los croquis (APAG P-008677) y planos de obra (
La escalera a la que se refiere el apartado g) la sitúa en el otro extremo del baño, junto a la vivienda, que se construye y cubre con una terraza. Durante las obras debieron de repararse los muros medianeros de la sala de servicio tras el desescombro del sector, pues aun aparecen en los paramentos lagunas de ladrillo, probablemente asociadas a esta intervención. También reconstruyó los arcos situados bajo la desaparecida bóveda de cañón, como se refleja en los planos del proyecto, pues hacían falta para mantener estable el conjunto al decidir no rehacer la bóveda, según dice la Memoria. Estos arcos y la rosca de ladrillo, conservan todavía los arranques medievales, que fueron identificados por Gómez-Moreno al referirse a la desaparecida “bóveda arqueada” de la leñera (
1932.
El muro de la casa de la calle Bañuelo nº 3, medianero con el actual patio de entrada, había quedado sin tratar en las obras de 1927-28, después de demoler la crujía de viviendas que lo cubría, tal y como se aprecia en las fotografías (APAG F-007284) (
1955.
Aunque en el Archivo General de la Administración existen expedientes anteriores, de 1942 y 1952, nos referiremos aquí al proyecto de 1955. En la Memoria se indica su principal objetivo: “El trasdós de estás bóvedas se encuentra a la intemperie sufriendo los efectos de las frecuentes heladas que en invierno se dan en Granada, desconchando la capa de lechada de cemento que tienen como impermeabilizante. Se producen grietas a través de la cuales recala el agua de lluvia al interior humedeciendo la fábrica de bóvedas y pilares con el consiguiente daño”.
También propone “recalzar por puntos” los daños ocasionados por una higuera en el muro medianero con la edificación colindante en la antigua leñera, cuyas raíces han permanecido en los muros hasta las actuaciones de 2015-18. No incluye planos ni presupuesto, sólo tres fotografías del exterior de las bóvedas en las que aparecen abundantes fisuras, que presentan el estado tras los trabajos de Torres Balbás y donde se ven sólo dos chimeneas de salida de humos, que parecen cegadas. No sabemos si la impermeabilización de la cubierta se realizó, aunque puede que se limitara a una pintura asfáltica. Los trabajos de recalce del muro medianero sí debieron de ejecutarse, ya que aún existen parches de ladrillo en el mismo, que podrían relacionarse con esta actuación.
1972.
La Memoria indica que las bóvedas precisan “periódicamente efectuar una labor de rejuntado de los sillares (sic) y reparación de lucernas de cristal”. También comprende el saneamiento de las partes bajas de muros para impermeabilizarlos por el exterior con revestimientos de mortero de cemento, así como la reparación del pavimento de losas de barro cocido y de los escalones de ladrillo. En la vivienda del guarda se propone reparar las cubiertas, bajantes de pluviales y carpinterías. El proyecto contiene cuatro fotografías: exterior de las bóvedas desde el sur, extremo este de la sala caliente, cuadrante suroeste de la sala templada y espacio de la pila de agua este en la sala caliente.
La intervención fue importante, con un presupuesto superior al de 1955, incluyendo la impermeabilización de cubiertas con chapa de plomo en juntas. No obstante, es posible que no se realizara porque el proyecto de 1975 contiene fotografías con importantes deterioros que, en realidad, fueron tomadas en 1972, aunque con distinto encuadre. Resulta difícil identificar los 62 m2 de revestido y enlucidos de mortero de cemento y los 160 m2 de entresacado de pavimentos de barro cocido.
1975.
La Memoria dice que “se trata de efectuar una corrección de humedades, reparación de paramentos, impermeabilización de bóvedas y reparación de pavimentos”, evitando las humedades en las bóvedas mediante una capa asfáltica y un tendido de mortero bastardo de cal y cemento. También dice que se repondrán piezas en los pavimentos de losas de barro, incluyendo una partida de ladrillo macizo asentado con mortero de cemento. Así mismo, se picarán los revocos afectados por humedades, incluso las juntas de fábrica de ladrillo que serán tratadas con mortero bastardo.
El proyecto contiene cuatro fotografías: fachada a Carrera del Darro, Patio Posterior [sala de servicio], Sala segunda [sala fría] y Exterior de las bóvedas (
Al fondo, volumen de la vivienda (AGA, 26/00096).
Por primera vez, el proyecto incorpora un plano de planta y una sección, que es copia de la incluida por Torres Balbás en su proyecto de 1927, sobre la que se dibuja vegetación en el patio de entrada y zona de servicio. La planta recoge la atarjea del baño y en la sección se representa el hipocausto, aunque de forma incorrecta, ya que el plano original tenía un error. Torres Balbás corregiría posteriormente la representación de este espacio, tal y como aparece en la sección dibujada durante las obras (APAG P-000271).
La descripción de los trabajos de este proyecto coincide con el de 1972, aunque el presupuesto es superior. Si analizamos las fotografías de las bóvedas y del interior, vemos como el estado es similar a 1972. El tendido de mortero bastardo parece que no se ejecutó, aunque es posible que se realizara la impermeabilización, de la que quedaban restos en 2006. También debieron de hacerse los “llagueados en tendeles de fábrica de ladrillo” y los revestimientos de paramentos verticales. Sin embargo, no parece que se ejecutara la pintura a la cal en el interior, sino en los paramentos exteriores de la Carrera del Darro.
1981-1983.
Hubo una actuación previa denominada
El nuevo cuerpo de edificación se construyó sobre pilastras de ladrillo coronadas por zapatas de hormigón, que soportan la viga de madera del pórtico. El cerramiento de la galería se hizo con fábrica capuchina, presentándose exteriormente con pies derechos de madera con zapatas sencillas y escuadrías horizontales sobre el que aparecen dos ventanas (
1991-92.
Se trataba de un proyecto global de rehabilitación de fachadas en la Carrera del Darro que supuso una importante labor de recuperación de las pinturas murales existentes, obteniendo el Premio Europa Nostra 1992. En el Bañuelo la actuación se limitó a la aplicación de un revestimiento de mortero de cal en su fachada exterior y un zócalo rosado con textura rugosa de dudosa relación con aquel. Estos revestimientos han sido eliminados en la mayoría de las fachadas del Darro, debido a su deficiente conservación como consecuencia del mal comportamiento de la cal utilizada, pues comenzaron a disgregarse y desprenderse a los pocos años. Los del Bañuelo fueron quitados en 2005-06.
1989-95.
Aunque el proyecto incluía también otras actuaciones, como la iluminación interior del baño, las obras realizadas en 1994-95 fueron:
Renovación del aseo de visitantes.
Impermeabilización de bóvedas, instalación de sumideros y bajantes y aplicación de tratamiento superficial con
Sustitución de vidrios en lucernas por piezas de policarbonato con aros de acero inoxidable.
Pavimento y canal del patio de la zona de servicio, con baldosa cerámica y olambrilla verde.
Limpieza y reparación general de pavimentos.
Construcción de escalera de subida a las bóvedas desde la zona de servicio, con ladrillo macizo a sardinel.
Reja metálica abatible de una hoja para cierre de la escalera, y otra abatible de dos hojas en el hueco entre la sala caliente y el horno, con diseños inspirados en motivos del artista M.C. Escher (1898-1972).
Rejillas metálicas de acero galvanizado, como suelo de protección en el ámbito del horno y la pileta del lado oeste de la sala caliente.
Reposición de dos columnas semiempotradas de piedra caliza gris de Sierra Elvira, bajo los extremos del doble arco de la alhanía oeste de la sala caliente y colocación de cimacios del mismo material, donde se grabó el año de ejecución: 1995.
Reposición de cimacio en la alhanía oeste de la sala fría.
Poda y renovación de vegetación existente, sustituyendo la hiedra del patio de acceso por parra virgen.
Finalizados los trabajos, la Delegación de Granada de la Consejería de Cultura, promotora de las obras, realizó tres intervenciones “correctoras”. Se sustituyó la reja metálica colocada en el hueco entre la sala caliente y el horno, por otra tradicional de barrotes verticales. Se retiraron columnas y cimacios de piedra de Sierra Elvira de los extremos de la alhanía oeste de dicha sala y se colocaron pilastras de ladrillo con cimacios de mármol blanco de Macael (
Las dos primeras modificaciones merecen ser analizadas. Rodríguez Sáez, para manifestar la contemporaneidad de su actuación y siguiendo las prescripciones del Art.7. a) de la
Este detalle fue recogido en los planos de Torres Balbás (
2005-2006.
La actuación se realiza a requerimiento del Ayuntamiento de Granada para cumplimentar la Inspección Técnica de Edificios realizada en 2004. Se perseguía un doble objetivo: mejorar la imagen urbana del Bañuelo, cuya fachada estaba deteriorada, y resolver las humedades de filtraciones de cubierta y las fugas de instalaciones de pluviales y saneamiento que afectaban por capilaridad a los muros del baño. Las obras fueron las siguientes:
Reparación de fachada exterior, eliminando el zócalo de 1992 y renovando revestimientos y rejuntados de fábricas.
Reparación del faldón de teja e impermeabilización de la azotea de la escalera.
Reparación de la alberca del patio, mediante renovación de canalizaciones y tratamiento de paredes interiores.
Recuperación funcional de la atarjea, que estaba atorada y no tenía conexión con la red de alcantarillado ni salida al río, pues había sido clausurada, por error, durante las obras de remodelación de la Carrera, ejecutadas la década anterior. Para realizar estos trabajos se hicieron catas arqueológicas para localizar la atarjea de ladrillo, procediéndose a la limpieza del material acumulado y a la instalación, en su interior, de una conducción de polietileno de Ø=200 mm. En el tramo final se construyó una arqueta sifónica registrable y acometida a la red urbana.
Reposición de pavimentos afectados por las obras de la atarjea, recolocando las piezas cerámicas en buen estado y sustituyendo las restantes por otras similares. En el patio se reparó el empedrado según diseño existente.
En la cubierta se renovaron los sumideros, que se conectaron con las dos bajantes de atanores existentes en las esquinas en la alhanía oeste de la sala fría. Una de las bajantes se conformó con las piezas cerámicas que estaban en buen estado, mientras que en la otra se instalaron nuevas de fabricación artesanal.
Acondicionamiento del zaguán de entrada, aseo de visitantes y vivienda del conserje, incluyendo renovación de instalaciones eléctricas y reposición de revestimientos y pavimentos.
En el extradós de la bóveda de la sala caliente, se realizó una cata hasta alcanzar la rosca de ladrillo medieval, que permitió identificar los materiales de la intervención de Torres Balbás y documentar el bloque de cemento y fragmentos cerámicos que daba forma a las lucernas. Un Informe Final de Obra documenta la actuación e incluye planos de la atarjea general y de los pavimentos reparados.
2014-15
Debido a la adscripción del Bañuelo a la gestión del Patronato de la Alhambra y Generalife, se realizaron las siguientes intervenciones para adaptarlo a la recepción y control de la visita turística:
Limpieza de cubiertas en la antigua casa del guarda y adecuación de planta baja, mediante instalación de un aseo de personal, sala de instalaciones y elementos de equipamiento.
Adecuación de accesos a personas con movilidad reducida mediante rampa empedrada exterior y de madera para el acceso al interior.
Impermeabilización de bóvedas, sustituyendo el tratamiento rojizo de 1994-95, por pintura de color integrado.
Reposición de pavimentos interiores con piezas cerámicas de diferentes formatos, con referencia dimensional según las piezas sustituidas.
Reparación del sistema de circulación de agua en la alberca del patio, e instalaciones de electricidad, audiovisuales, protección contra incendios, sistema de seguridad con CTV (
2017.
Los trabajos consistieron en la limpieza y consolidación de los restos de pinturas murales existentes en el muro que separa la sala templada de la caliente, que representan tres arcos de herradura con rosca de dovelas fingidas, y salmeres y enjutas decoradas con ataurique y epigrafía cúfica, con capiteles, también decorados, sobre columnas. Estas pinturas de color rojo, ya identificadas por Gómez-Moreno (
Especial interés merecen estos cerramientos de ladrillo pues, probablemente, procedían de los trabajos de mantenimiento de época medieval o principio de época moderna, para deshollinar las chimeneas que estaría atascadas debido a su constante actividad. Estas fábricas cerámicas, situadas en ambos lados del muro de hormigón, fueron desmontadas parcialmente durante los siglos de abandono del baño y no fueron repuestas hasta los trabajos de Torres Balbás. El arquitecto ejecutó un nuevo cerramiento con ladrillo reutilizado recibido con mortero de cemento, según el criterio usado en las reintegraciones del resto del baño. El resultado mostraba la diferencia entre la obra de restauración y la fábrica de ladrillo antiguo, gracias al tipo del aparejo, pues predomina la disposición a tizón, así como por el color y textura del mortero de recibido, pues los ladrillos, al ser reutilizados, eran del mismo tipo antiguo. La actuación de 2017 afectó también a la fábrica de Torres Balbás, realizando un nuevo tratamiento epidérmico de las juntas. La solución resulta integrada pero dificulta la lectura estratigráfica presente en el paramento (
2015-2018.
El objetivo era abordar la degradación en los muros exteriores de la sala de servicio del baño que, al estar actualmente a la intemperie, presentaban humedades y vegetación parásita. Algunos de los paramentos afectados forman parte de los muros colindantes con los edificios vecinos y conservan recalces y reparaciones anteriores. Se hizo un levantamiento general del edificio, realizado por GECO Desarrollo Cultural S.L., un estudio histórico redactado por Ana Palanco, Teresa Koffler y Luca Mattei, y un análisis estratigráfico de estructuras emergentes y pavimentos, por Mattei. En 2015 y 2017 se redactaron sendos proyectos según las dos fases de intervención. La primera afectó a los frentes norte y oeste, y la segunda al este. Los trabajos intervienen tanto las fábricas medievales del baño como las modernas y contemporáneas, aportando una caracterización tipológica según cuatro grupos homogéneos: fábricas encofradas, mixtas, mampostería y ladrillo.
En 2017-18 se ejecutan las dos fases de la obra, llevando a cabo sendos seguimientos arqueológicos dirigidos por Mattei y Palanco. Los trabajos de restauración parten de principios de estricta conservación, con intención de manifestar las diferentes épocas históricas y su valoración relativa en el contexto del edificio. Las actuaciones consistieron en la limpieza de paramentos y en consolidaciones superficiales, atendiendo especialmente a los contactos entre los estratos. En el frente norte se realizaron consolidaciones de la tapia de hormigón y de las fábricas de ladrillo medievales del arranque de los arcos de la bóveda y de la rosca de ladrillo que la conforma (
El análisis historiográfico y estudio crítico de las doce intervenciones de restauración realizadas en el Bañuelo en los últimos noventa años, nos ha permitido disponer de valiosa información para proponer recomendaciones que podrían tenerse en cuenta en futuras actuaciones. En términos generales, los trabajos realizados en los últimos años garantizan la estabilidad estructural del edificio. No obstante, consideramos que los paramentos interiores y exteriores del baño necesitan una actuación integral de limpieza, consolidación y protección que facilite su lectura estratigráfica, tanto de los niveles medievales y modernos como de las restauraciones contemporáneas, especialmente las reconstrucciones de bóvedas y muros realizadas por Torres Balbás. Otro de los ámbitos que requiere una intervención integral es el tratamiento exterior de las bóvedas, pues en 2017 se realizó un tratamiento provisional mediante pintura impermeabilizante, que evita la entrada de agua pero no resuelve definitivamente el problema. Habrá que considerar la solución final más adecuada y definir el sistema de protección de las lucernas mediante elementos de cierre que impidan la penetración del agua y garanticen la correcta iluminación y ventilación interior.
Aparte de estas actuaciones que consideramos necesarias para la correcta conservación e interpretación del monumento, presentamos, a continuación, una serie de recomendaciones de carácter más subjetivo, que podrían tenerse en cuenta en la planificación de las futuras restauraciones, y que describimos según cuatro ámbitos de actuación: a) Patio actual de entrada; b) Patio trasero o sala de servicio; c) Sala caliente; y d) Escaleras originales y relación con otras dependencias.
El actual patio de entrada es uno de los espacios más transformados, ya que fue sala de reposo del baño, que debió de cubrirse con armadura a cuatro aguas y linterna. En la actualidad, la simetría de la planta está alterada por el muro moderno de la crujía del Darro y por la galería cerrada construida en 1983. Estas estructuras ahora no cumplen ninguna función, invadiendo el espacio central y dificultando su correcta interpretación. Por otro lado, en el ángulo suroeste del patio hay una escalera de dos tramos con terraza que levantó Torres Balbás para acceder a las cubiertas y a la planta alta de la vivienda, elemento de posible necesidad funcional pero de dudosa configuración arquitectónica. Así mismo, en 2017, la planta baja sufre nuevas transformaciones, instalándose un aseo de personal y otras dependencias. El resultado es una secuencia desordenada de espacios y volúmenes, generada por las distintas intervenciones realizadas según las demandas funcionales de cada época. El sector exige, por tanto, una actuación global que se adapte a las necesidades reales del edificio, y que no podrá ser definida sin un completo estudio arqueológico y arquitectónico que establezca una valoración crítica de la actual espacialidad en relación a los estratos murarios originales.
El segundo de los ámbitos que requieren una profunda reflexión se sitúa en el otro extremo del baño, en la sala de servicio y su conexión con los espacios interiores. Torres Balbás consideró, en su proyecto de 1927, que no era urgente rehacer la bóveda que cubría esta sala. Sin embargo, a pesar de las intervenciones realizadas, la zona se encuentra permanente afectada por humedades y resulta uno de los ámbitos de mayor riesgo estructural, debido a la importante altura del muro de la casa colindante que apoya en la fábrica del baño, en su frente norte (
Al fondo, escalera medieval para subir a cubierta.
El tercer ámbito del análisis, la sala caliente, está separado de la de servicio por la estancia de la caldera, que se presenta ahora conectada visualmente con la sala caliente mediante una reja metálica. Sin embargo, es conocido que, en los baños andalusíes, ambos espacios estaban separados por un tabique de ladrillo que impedía vistas directas pero permitía el paso del calor, como se ha conservado en el baño del Palacio de Comares de la Alhambra. El espacio se representa en la actualidad de forma confusa, pues el visitante percibe la entrada de luz procedente de la sala de servicio, convertida ahora en patio trasero (
El último de los ámbitos está relacionado con la localización de las escaleras originales del baño y su relación funcional con otras dependencias. La primera de estas escaleras fue vista o dibujada, en el sector sur, por Contreras en 1878 (
Véase n. 2.
Véase n. 1
Véase n. 16
Véase n. 5