Eduardo Torroja murió en su despacho del Instituto el 15 de junio de 1961. Sin embargo, tras 60 años de ausencia, su recuerdo, no solo permanece vivo a través de en su relevante legado de obras construidas, sino que además, continúa construyéndose, tras su huellas, generación tras generación, en todas aquellas instituciones nacionales e internacionales que fundó.
Prueba de ello es, en primer lugar, el Instituto Técnico de la Construcción y la Edificación, fundado en 1934 junto a un pequeño grupo de ingenieros y arquitectos entre los que se encontraban José Mª. Aguirre, Alfonso Peña Boeuf, Modesto López Otero, Manuel Sánchez Arcas, Gaspar Blein y José Ángel Petrirena. El Itce fue la primera organización creada en España por particulares con la ambiciosa finalidad de impulsar la investigación, la promoción y la divulgación de todos aquellos temas relacionados con la construcción civil y arquitectónica. La creación de este Instituto vino a suplir una carencia de España de centros de investigación de la construcción. En aquellos momentos el único existente era el Laboratorio Central de Ensayos de Materiales de Construcción, adscrito al Ministerio de Obras Públicas a través de la Escuela Especial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, creado en 1898 y dedicado a la investigación orientada a las obras civiles. El Itce vino, por tanto, a cubrir el hueco existente en relación con las obras de edificación, en estrecho contacto con los profesionales y la industria de la construcción.
… otros juzgaran mejor que yo la labor que hemos realizado
Eduardo Torroja, 1961
(fragmento de la carta “A los que colaborasteis conmigo”)
Un Instituto que en manos de Eduardo Torroja lideró de manera internacional el desarrollo de la construcción del a ingeniería y la arquitectura en las doradas décadas de la Modernidad. En su seno fundó otras muchas asociaciones nacionales e internacionales, que como el Instituto, hoy denominado Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja, continúan vivas. Una de ellas es la IASS, International Association for Shell Structures, fundada en 1959 en la nueva y actual sede del Instituto. Una asociación que en pleno siglo XXI continúa viva liderando la vanguardia de las estructuras, no solo laminares sino también las espaciales, englobando todas las que paulatinamente han ido surgiendo de manera encadenada desde finales de los años sesenta. Por ello, desde 1970 se denomino International Association for Shell and Spatial Structures.
Hoy es un especial momento para recordar, en las páginas de Informes de la Construcción, que la Escuela de Eduardo Torroja continúa viva, construyéndose, sin cesar, generación tras generación. Siempre siguiendo ese intangible y variable camino que discurre de manera permanente hacia la innovación, adaptando su recorrido a las siempre cambiantes demandas de la sociedad.
Poco tiempo después de su muerte, la revista