La preocupación por la conservación del patrimonio arquitectónico y urbano construido en el siglo XX es relativamente reciente, y presenta importantes singularidades que hacen necesarios establecer nuevos criterios válidos. La importancia y singularidad del Primer Ensanche de Teruel, incluido en la delimitación del Conjunto Histórico, declarado como Bien de Interés Cultural en 2010, hacía necesario un estudio pormenorizado que permitiera elaborar con el suficiente rigor un Plan Especial de Protección que preserve su imagen histórica. Una de las cuestiones esenciales para su correcta conservación es el conocimiento de las características constructivas de las edificaciones que lo forman, lo que ha podido realizarse gracias al estudio documental de los proyectos, y que ha revelado innovaciones en algunas de sus construcciones, pero, sobre todo, ciertas inercias en la evolución del modo de construir el “patrimonio menor”, que caracteriza el paisaje de la ciudad.
The concern for the conservation of the architectural and urban heritage of the twentieth century is relatively recent, and it presents important singularities that make it necessary to establish new valid criteria. The importance and uniqueness of the Primer Ensanche of Teruel, included within the delimitation of the Historical Site, declared as place of Cultural Interest in 2010, necessitated a detailed study that allowed to elaborate a Special Protection Plan that preserves its historical image, with sufficient rigor. One of the essential questions for its correct conservation is the knowledge of the constructive characteristics of the buildings that form it, which has been possible thanks to the documentary study of the projects, and which has revealed the innovations of some of its constructions, but, above all, certain inertia in the evolution of the way to build the “minor heritage”, which characterizes the landscape of the city.
En la década de 1920, la ciudad de Teruel permanecía sin un crecimiento ordenado fuera de los límites marcados por la huella de la muralla medieval, que circundaba la muela en la que se asentaba. Con la posibilidad generada por el Viaducto, obra del ingeniero Fernando Hué inaugurada en 1929 (
El esquema viario se ordena a través de dos ejes principales, la calle José Torán, como continuación del trazado marcado por el propio Viaducto, y la carretera de Valencia. Los ejes secundarios se desarrollan perpendicularmente al principal en los sectores oeste y este, mientras que son perpendiculares a la bisectriz generada entre la calle principal y la carretera de Valencia en la zona central, según un esquema en espina de pez. El límite del sector oeste se materializa mediante un paseo de ronda que se adapta al perímetro de la muela. Esta solución, proyectada bajo un criterio sensible desde el punto de vista paisajístico, permitía la adecuación a la topografía existente y la generación de nuevas visuales de gran valor concebidas para ser disfrutadas por los ciudadanos (
El espacio se zonifica en tres sectores claramente diferenciados por las ordenanzas: el primero y más extenso para la zona general; el segundo para la industrial, la situada a la izquierda de la carretera que conduce desde Teruel a Valencia (hoy Avd. Sagunto), donde, a partir de 1932, se admitió el régimen mixto de edificación, por lo que se podían destinar edificaciones para vivienda y para industrias
El barrio se concibió como eminentemente residencial, pero también se reservaron espacios para el alojamiento de edificios dotacionales y, como ya se ha apuntado, a industrias. Las ordenanzas disponen la obligación de retranquearse respecto de la calle, en la zona industrial y de casas baratas, y de todos los lindes de la parcela en la zona general, destinándose a zonas de jardín o arbolado. Fuera de las zonas indicadas antes, podía edificarse en todo o en parte, disponiendo la planta del edificio como convenga al propietario y sin más limitaciones que las impuestas por las legislaciones vigentes en la materia
La cronología formativa del Primer Ensanche de Teruel le confiere unas características particulares respecto de cualquier otro centro histórico o incluso de otro barrio comparable. El ensanche, que empezó a desarrollarse con el comienzo de los años treinta, continuó consolidándose a lo largo de gran parte del siglo XX, con el parón y cambios considerables que produjo la guerra civil española. El hecho de construirse durante el siglo XX significó que la utilización de los materiales democratizados con la revolución industrial, como el hierro o el posteriormente extendido cemento, eran ya conocidos desde su inicio, si bien es cierto que se combinaron con materiales y sistemas tradicionales, como la madera o los muros de fábrica de carga.
En él se levantaron edificaciones de gran valor arquitectónico, algunas de las cuales supusieron la materialización de ideas que estaban en la vanguardia de su tiempo, tanto funcional, como estética y constructivamente; pero la mayor parte de la masa edilicia, sin contener destacables ejemplos arquitectónicos, seguía las tendencias constructivas de la época, lo que lo convierte en un excelente catálogo de la evolución en el modo de construir el común de las edificaciones.
La preocupación por la conservación del patrimonio urbano del siglo XX es relativamente reciente, y presenta importantes singularidades respecto al de los centros históricos (
Para analizar la evolución de los sistemas constructivos utilizados se ha realizado una labor de archivo, buscando todos los proyectos originales de los que queda documentación, tanto en el Archivo Municipal de Teruel (AMT) como en el Archivo Histórico Provincial de Teruel (AHPT). La desaparición de algunos proyectos anteriores a la guerra, debido a los destrozos que esta produjo, no ha permitido estudiar la totalidad de las construcciones existentes, sin embargo, se ha conseguido documentación de un total de 76 proyectos, entre obra nueva, ampliación y rehabilitación, lo que supone un número significativo, que permiten recomponer de forma fidedigna esta evolución constructiva. El análisis de las memorias, mediciones y presupuestos ha revelado datos precisos de los materiales utilizados, así como de los sistemas constructivos, aunque hay que considerar que las memorias de los proyectos de los primeros periodos eran bastante escuetas, lo cual era una práctica habitual en los inicios del siglo XX, incluso en ciudades de la importancia de Madrid (
Además, se han podido consultar 19 proyectos de intervención en edificaciones del conjunto, del periodo 1985-2019, lo que ha permitido conocer el estado de las mismas, así como contrastar, verificar y ampliar los datos aportados por los proyectos originales. El estudio de la escasa, pero interesante bibliografía específica existente sobre el Primer Ensanche procedente de las fuentes hemerográficas, así como de las publicaciones han permitido poner en contexto la investigación.
Además de las fuentes documentales, las propias construcciones son una fuente fundamental en un estudio de esta naturaleza, por lo que se ha realizado una toma de datos in situ del estado actual de edificios y elementos de urbanización, tanto privados como públicos, en la que se han registrado patologías y elementos impropios, además de los colores de revestimiento y carpinterías. El tiempo limitado para la realización del estudio de un ámbito tan extenso en el que la mayoría de edificios son de propiedad privada ha provocado que sólo se hayan podido visitar unas cuantas construcciones, algunas en proceso de intervención, de forma que la mayoría se han estudiado desde el exterior, por lo que el contenido de los proyectos ha sido fundamental. Como resultados se han elaborado planimetrías analíticas del conjunto, el levantamiento gráfico de las fachadas más significativas, un estudio del color y un catálogo de protección, además de las memorias requeridas en un estudio de este tipo.
Esta investigación ha permitido inventariar las referencias archivísticas, así como la digitalización de los proyectos originales que se conservan. Documentación que queda referenciada en el catálogo de protección, que incluye todos los edificios que no han sido sustituidos. Un total de 67 han sido catalogados bajo la protección estructural o ambiental; el Viaducto, con protección integral; y tres referencias con protección paisajística. Las fichas se estructuran en: 1) Información general. 2) Estado, con una valoración de su conservación, grado de intervención y riesgos. 3) Protección, la actual en los distintos ámbitos y la propuesta por los autores. 4) Condiciones de intervención. 5) Descripción, en el que se recogen tanto las descripciones constructivas de las memorias de los proyectos originales, como de los proyectos de intervención que se han realizado. 6) Fuentes documentales, con todas las referencias bibliográficas conocidas, así como las archivísticas, con las referencias de los proyectos. Y 7) Documentación gráfica, en el que se recopilan las planimetrías existentes. De tal modo que estos documentos sirvan como herramienta útil para la correcta conservación de este patrimonio.
La primera construcción que se realizó fue el propio Viaducto (
“Consta de un arco principal de 79 m de luz y 26,5 m de flecha, sobre cuyos estribos se levantan pilastrones que separan esta parte de las laterales, que están formadas por cada lado, por dos arcos de medio punto, de 14,40 m de luz” (
Esta obra deja constancia de la capacidad tecnológica de la época, si bien es cierto que los recursos invertidos en una gran obra de ingeniería no son comparables con los que se cuenta en una obra de arquitectura, y más aún si esta es privada, como lo serían la mayor parte de las construcciones del Primer Ensanche.
El inicio de la actividad edificatoria se produjo con el Instituto de Higiene, cuya construcción había sido adjudicada a José Torán de la Rad en 1930
De los proyectos de las viviendas anteriores a la guerra, y realizando un recorrido a través de las principales características constructivas, se han podido obtener los siguientes datos:
Se hace extensivo el uso del hormigón para las cimentaciones
“CIMIENTOS. Estarán constituidos por capas de mampostería y hormigón bien apisonados, dosificado en la proporción de 150 kg. de cemento por metro cubico de arena y grava. La pasta que entra en el hormigón, estará bien batida antes de depositarla en las zanjas, estos cimientos se elevarán un metro sobre la rasante del terreno.”
El sistema estructural sigue siendo el tradicional, ya que la estructura no se independiza de los cerramientos (
Proyecto.
En general, los muros de carga son de fábrica de ladrillo, como en el proyecto para el Chalet de Fernando Hué (
La mencionada Casa Barco (
Para contextualizar la singularidad constructiva de esta vivienda es necesario recordar que aunque los primeros edificios con estructura íntegramente construida en hormigón armado en España se levantaron durante el cambio de siglo, al mismo tiempo que se implantaban las primeras industrias cementeras (
Los forjados son unidireccionales, pero su materialidad varía según los proyectos e, incluso, según su situación en un mismo proyecto, una práctica habitual desde finales del s. XIX (
“PISOS. De vigueta de hierro de doble T, separadas entre sí 0.75 m y efectuando el forjado con bloques-bovedillas de cemento de estas mismas luces y de 0.1 m. de altura. El enjuntado se rellenará hasta alcanzar la altura de las viguetas con hormigón pobre de cemento.”
Se observa una pauta en la que, aunque los forjados de piso estén realizados con viguetas de madera, los de planta baja, que separan de un sótano, o los de terrazas son de hormigón o hierro:
“Los materiales en muros son hormigón y ladrillo, en pisos de madera y bovedillas y cubierta de teja del país, las terrazas convenientemente resguardadas del aire Norte que son de hormigón armado.”
La única referencia a la solución constructiva de las terrazas la encontramos en el proyecto para hotel doble para José Moriano y Álvaro Izquierdo, que cuenta con una de las memorias más detalladas, en la que se especifica que encima del último forjado se colocarán tabiquillos de rasilla que servirán de apoyo a un doble tabicado de rasilla forjados con mortero impermeable y sobre él se colocará el pavimento, lo que describe una cubierta plana ventilada de las denominadas “a la catalana”.
También es singular la solución de cubierta plana empleada en la Casa Barco, en la que una losa nervada en una dirección apoya sobre los muros mediante una junta de dilatación que independiza estructuralmente ambos elementos.
A diferencia de las terrazas, cuando la cubierta es inclinada se suele realizar a base de armaduras de madera con acabado de teja:
“CUBIERTA DE TEJA. Se colocará esta sobre pares de madera escuadrada y bien seca de las medidas que se marcan en el presupuesto y se apoyaran directamente en el entablado que irá sujeto a estos parecillos. Será teja curva y entraran en el metro cuadrado 21 tejas, como minimun las colocadas en el caballete y en los aleros se emboquillarán con la cantidad de yeso suficiente para su inmovilidad.”
Los revestimientos exteriores de las fachadas son continuos, mediante enfoscado y posterior revoco, también denominado conjuntamente jaharro (
La utilización de mortero de cemento en los revestimientos, que genera una capa exterior más rígida que el propio soporte, en contra del buen hacer constructivo, puede ser la causa del mal estado actual de algunos revestimientos, como el del edificio situado en la calle San Vicente de Paúl número 6 (
La carpintería exterior siempre se realiza de madera de pino del país pintada al aceite u óleo, y a veces se concreta que debe tener una mano de imprimación y otra de color
Otros elementos que se repiten en todos los proyectos consultados son el solado mediante baldosa hidráulica, el enlucido y pintado al temple de los cerramientos interiores o la rejería. Precisamente la rejería es uno de los elementos que adquiere una gran importancia en la arquitectura y paisaje del Primer Ensanche. Se utiliza para vanos, balcones y sobre todo para vallas de límite de parcela, consecuencia de la obligación de retranquear las edificaciones, dejando espacios libres destinados a jardín, y de las condiciones que se imponen a este límite, tal y como expone la normativa:
“La parte del solar que limite con la vía pública podrá quedar con cerramiento o sin él, pero en este último caso estará formado con verja de hierro, madera fábrica, siempre de modo que los espacios libres sean igual a los macizos, debiendo recurrirse a los setos vivos si quiere privarse la visión.
Esta verja podrá situarse sobre un zócalo de fábrica de una altura máxima de 1,20 metros.”
Existe una gran variedad y calidad de estos trabajos de rejería (
Un aspecto que, en la mayoría de conjuntos protegidos, no se le presta la debida atención es la construcción y materialización de la propia urbanización, pero su estudio es básico para la conservación de los valores de autenticidad de un entorno patrimonial determinado. De los proyectos de urbanización del Primer Ensanche se han conseguido interesantes datos constructivos.
El pliego de condiciones técnicas del proyecto de construcción de las aceras de las manzanas 1ª y 5ª, según proyecto firmado por Luis González en 1935
“ARTICULO 2º - ARENA.
La arena será silicosa de granos comprendidos entre medio y seis milímetros. Deberá estar exenta de materia terrea y orgánica.
ARTICULO 3º - GRAVAS Y GRAVILLA.
Se empleará el canto rodado limpio cuyo tamaña será el comprendido entre uno (1) y cinco (5) centímetros para el hormigón de cimiento y de cinco (5) a diez (10) milímetros para la gravilla.
ARTICULO 6º - HORMIGÓN DE CIMIENTO.
El hormigón de cimiento se compondrá de (900) novecientos litros de grava, (450) cuatrocientos cincuenta de arena y (150) ciento cincuenta kilogramos de cemento, con el agua necesaria para formar una pasta semi fluida.
ARTICULO 7º - MORTERO DE TERMINACIÓN.
El mortero que ha de formar la superficie del pavimento se compondrá de novecientos (900) litros de gravilla, tamaño comprendido entre (5) cinco y diez (10) milímetros, trescientos (300) litros de arena y cuatrocientos (400) kilogramos de cemento.
ARTICULO 10º - MANIPULACIÓN Y EMPLEO DEL MORTERO DE TERMINACIÓN.
Efectuado este mortero con normas iguales al de cimiento y con las proporciones indicadas en el Artículo correspondiente se extenderá sobre el mortero de cimiento una vez que haya fraguado este, dejando su superficie perfectamente plana.
Una vez iniciado el fraguado y endurecida la superficie se lavará abundantemente a fin de que arrastrando la capa superficial del mortero, queden los granos de gravilla perfectamente visibles y destacándose en el fondo gris del mortero.
ARTICULO 13º - ALINEACIONES Y RASANTES.
Las alineaciones y rasantes serán las marcadas por el bordillo y fachadas de los edificios y trasversalmente se dará a las aceras una inclinación de 1 y ½ por ciento.
Alrededor de los árboles se dejará espacio sin pavimentar como se indica en los planos quedado esta parte del pavimento limitado por medio bordillo formado por el hormigón de cimiento convenientemente enlucido y de unas dimensiones de (15) quince por treinta (30) centímetros.”
Al año siguiente, con el objeto de continuar con la construcción de las aceras, Luis González elaboró otra memoria en la que se vuelve a contemplar la misma materialidad de “Hormigón Rugoso” para las mismas, al generar una superficie con un aspecto agradable, no deslizante y cómoda, si bien realiza algunas indicaciones que no aparecían en la anterior memoria. Especifica que el hormigón de cimiento tiene un espesor de 8 cm mientras que el mortero de terminación tiene 2cm, así como otras consideraciones de la formación de las aceras, como el diseño de zonas para dos o más arboles en las que puedan colarse plantas y arbustos formando pequeños macizos, “que contribuye a dar carácter y un aspecto agradable de Ciudad Jardín”
Tarjeta postal. Ed. M. Arribas 1940.
La guerra causó grandes destrozos en gran parte de Teruel incluido el Primer Ensanche, que se convirtió en campo de batalla. Con la adopción de la ciudad por el jefe del Estado, la Dirección General de Regiones Devastadas asumió la difícil tarea de la reconstrucción de la ciudad. En el Ensanche se expropiaron varios terrenos y edificios para su reconstrucción o la construcción de nuevas edificaciones
En 1940, Alejandro Allanegui firmaba el proyecto de construcción de un grupo de diez chalets de dos plantas en hilera en la calle San Fernando (
“La construcción, en líneas generales es de entramado horizontal de viguetas de hierro, sobre muros de ladrillo a cara vista y soportes de hierro en U, cimentación, sobre zanjas aisladas.
Las cubiertas son de teja árabe, sobre entramado de madera, excepto en vestíbulos de entrada, que será de terraza catalana.”
El sistema constructivo no varía mucho respecto de los anteriores a la guerra, si bien se usa el hierro de forma generalizada, incluso en los soportes, algo muy poco frecuente en las viviendas precedentes. En cuanto a la materialidad exterior, enteramente de ladrillo caravista, se especifica que era la corriente en la localidad, aunque en el Primer Ensanche sólo se había utilizado en edificios públicos, como son el Instituto de Higiene y la Plaza de Toros, ambas obras de Juan Antonio Muñoz, y en algún edificio industrial de la zona este. El proyecto, tal vez por tratarse de promoción pública, es mucho más preciso y extenso que los anteriores, con un gran número de planos de estructura, secciones y detalles constructivos.
El mismo año, en 1940, José de Yarza firmaba el proyecto de Mercadillo, también promovido por la Dirección General de Regiones Devastadas. Este se resuelve con una solución muy simple. La planta se dispone en forma de ángulo recto con los lados paralelos a las medianeras. Constructivamente se resuelve con dos crujías paralelas definidas por muros de carga, la interior, que alberga los puestos permanentes, el despacho y el almacén, y la exterior, abierta en forma de soportales. Aunque los muros de las fachadas, machones intermedios y arcos de los soportales se proyectaron en un primer momento con mampostería hormigonada
Pronto se reanudaron las promociones de capital privado. En 1941, se concedió licencia para una vivienda sita en el número 20 de la avenida Sagunto, de cuatro alturas y sótano, firmada también por José María Lafuente. Según la memoria, la construcción es de ladrillo asentado con mortero hidráulico, el forjado de piso sobre vigas de hormigón con ladrillo hueco, la cubierta de teja árabe sentada con barro sobre madera rolliza y cañizo y la fachada principal de mortero de cemento
Curiosamente, es en un proyecto de este mismo año, ubicado en la calle San Vicente de Paul 24
Durante este periodo se realizaron un número considerable de reconstrucciones, de muchas de las cuales no se conserva documentación, así como de ampliaciones en altura, de cuyas escuetas descripciones se desprende que el recrecimiento de muros solía resolverse con ladrillo hueco
A partir de los primeros años de la década de los cuarenta, se realizaron todos los forjados, así como la estructura de la cubierta, de madera. Los forjados con madera de pino escuadrada y, en ocasiones, sobre jácenas de hormigón, o también con zunchos de hormigón en los enrases de cada piso para reforzar las fábricas
En Teruel, el hierro, por su escasez, fue un material de lujo durante la década de los cuarenta, al igual que el hormigón, ya que la producción nacional de cemento no lograba satisfacer toda la demanda. Por ello, se recurrió a la compra de madera a los municipios más próximos con explotaciones forestales (
Otra característica de las edificaciones de esta época es la obligación de construir un refugio antiaéreo, como refleja el proyecto firmado en 1944 por Carlos Soler para la construcción de una casa en la calle Alfonso II numero 1:
“El entramado de techo de este refugio está calculado para soportar una carga de mil kilogramos por metro cuadrado y dispuesto con un doble techo y cinturón que sirve de protección al mismo.”
Respecto a la carpintería, se siguió realizando a base de madera de pino del país pintada al aceite en varias manos. Y en cuanto al tipo de pintura exterior prescrita, no se encuentran a penas referencias en los proyectos, aunque en uno de los únicos en los que se prescribe, se especifica que sea a la cal
Los siguientes proyectos de vivienda a partir de los de 1949, de los que se conserva documentación en los archivos consultados, son ya de finales de la década de los cincuenta y de los años sesenta, y en ellos se pueden observar diferencias significativas con los precedentes.
A partir de este momento, se generalizó el uso del cerramiento de doble hoja con cámara de aire. Tal es el caso del proyecto de Carlos Soler, de 1959, para un edificio de viviendas situado en el número 10 de la calle San Vicente de Paul:
“Muro de fábrica de ladrillo macizo cara vista de una asta de espesor, con cámara de aire y tabiquillo de ladrillo hueco sencillo de ¼. Muros de fábrica de ladrillo hueco doble de media asta de espesor, cámara de aire y tabiquillo de ladrillo hueco sencillo de ¼ en cerramiento huecos.
Mortero para la fábrica de ladrillo será de 1:4 (350 kgs. De cemento, 1,030 m3 de arena y 260 litros de agua por m3 de mortero).”.
En este proyecto la estructura se resuelve aún mediante muro de carga perimetral y pilares centrales, en este caso de hormigón armado, al igual que las jácenas, cargaderos o cadenas de atado; mientras que los forjados de piso se solucionan con viguetas de cerámica armada y bovedillas prefabricadas de yeso, con relleno de senos con hormigón pobre de 100 kg.
El uso de la vigueta cerámica armada se ha podido constatar en otro proyecto de los mismos años (1961) para la construcción de dos viviendas en la calle Magisterio número 16 de Arturo Esparza Gaspar
Otro material que se suscribe únicamente en los proyectos de Carlos Soler de 1959 y de Arturo Esparza de 1961 es la pintura Muroesmal sobre enfoscado de mortero de cemento relación 1:4.
El uso del mortero de cemento para los enfoscados exteriores volvió para quedarse como una constante. El final de la autarquía más severa de los años de postguerra produjo que se abandonara el uso de la madera como elemento estructural, incluso en cubiertas (
El uso del mortero de cemento para los enfoscados exteriores volvió para quedarse como una constante. El final de la autarquía más severa de los años de postguerra produjo que se abandonara el uso de la madera como elemento estructural, incluso en cubiertas (
En los edificios de viviendas realizados a mediados de la década de los sesenta
Además, en cuanto al revestimiento, como se ha comentado anteriormente, se abandona la pintura Muroesmal para volver a prescribir “pintura a la cal blanca o en color con silicato en exteriores”
Aunque los edificios de viviendas de promoción privada empezaron a utilizar sistemas y lenguajes más modernos, lo que realmente supuso una actualización de la arquitectura del Primer Ensanche fueron dos edificios públicos de gran calidad arquitectónica. La arquitectura oficial había abandonado las anticuadas y personalistas fórmulas estéticas de los primeros años de la dictadura, que Teruel sufrió de especial manera en su núcleo urbano, y se había empezado a enfrentar a la contemporaneidad de la mano de arquitectos de un alto nivel. El proyecto que mejor representa este cambio es la ampliación de la Antigua Jefatura Provincial de Sanidad, realizado en 1961 por Enrique Bas Augustín (
Esta es la primera construcción del Primer Ensanche donde la estructura se independiza totalmente de los cerramientos, resueltos con doble hoja y cámara de aire. En este caso, la estructura se proyecta con pilares, vigas y viguetas metálicas. También es metálica la carpintería, pintada de azul claro, y, además, con cristal doble en el gran ventanal de la fachada principal. Innovaciones constructivas que lo convierten en un referente de primer orden para el barrio.
El otro edificio público, con el que se va a concluir este análisis evolutivo de los sistemas constructivos del Primer Ensanche, es el conocido como la Casa Blanca, un proyecto de 1972 del arquitecto Fernando Montero, también de estructura metálica en pilares y vigas, en el que se utilizan distintos tipos de forjado, según su uso o luz
La conservación del patrimonio arquitectónico construido en el siglo XX requiere de nuevos enfoques y criterios. Uno de los factores más sensibles deriva del uso de los nuevos materiales, así como de los diferentes sistemas constructivos. Para establecer estos criterios de conservación es esencial el conocimiento de las características constructivas de las edificaciones que lo forman.
Frente a las innovaciones que presentan algunas construcciones que sirven de referencia, el presente estudio ha desvelado y verificado ciertas inercias en la evolución del modo de construir el “patrimonio menor” que caracteriza el paisaje de nuestras ciudades, como el uso, desde principios de siglo, de los morteros de cemento como revestimiento y en las juntas de las fábricas de ladrillo, con un paréntesis durante la década de los cuarenta, cuando se impone el mortero bastardo; la implantación del hormigón armado como sistema estructural, que sufre un retroceso en el periodo de la autarquía más severa; la convivencia y distribución de distintos materiales en la formalización de forjados durante un largo periodo de tiempo, así como la utilización de sistemas estructurales mixtos, o la ampliación en altura de edificaciones mediante fábrica de ladrillo hueco. Estas son cuestiones cuyo conocimiento ayuda a plantear unos criterios más adecuados a la intervención sobre un edificio de una época determinada y, además, plantean cuestiones propias de este patrimonio, como el respeto de la materialidad original, aún si esta se ha demostrado inadecuada.
En el presente estudio, en el que ha sido fundamental el análisis de los proyectos originales, se ha realizado un inventario con las referencias archivísticas, la digitalización de los proyectos que se conservan y un catálogo de protección, lo que facilita su consulta por los profesionales que deban intervenir en él, base fundamental para la adopción de criterios de intervención adecuados y compatibles con los materiales y técnicas constructivas utilizadas en el conjunto del área protegida. Unas herramientas que deberían implementarse en todos los entornos patrimoniales de una naturaleza similar. El indudable interés histórico, urbanístico, paisajístico o arquitectónico de este singular espacio lo convierte en un bien de gran valor, testigo y documento del desarrollo del siglo XX. Características que hacen imprescindible una adecuada herramienta de protección que lo revalorice y revierta, en lo posible, las agresiones sufridas, además de evitar las futuras.
Financiado por el Departamento de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento del Gobierno de Aragón (Referencia Grupo T37_20R).
Proyecto, AMT, Exp. Código 3-1-1-10, Signatura 2743-24.
República. 30 de junio de 1932. Año II. Núm. 179. p.1.
Ordenanzas, AMT, Exp. Código 1-1-3-1, Signatura 2942-2.
Los párrafos extraídos de los proyectos se han copiado textualmente, incluyend o errores y faltas de ortografía.
El Mañana. 11 de agosto de 1930. Año III. Núm. 488. p.1.
República. 13 de agosto de 1931. Año I. Núm. 42. p.1
Acción: Diario de Teruel y su provincia. 1 de enero de 1935. Año IV. Núm. 650. p.1.
Acción: Diario de Teruel y su provincia. 14 de febrero de 1935. Año IV. Núm. 687. p.1. / Acción: Diario de Teruel y su provincia. 26 de febrero de 1935. Año IV. Núm. 697. p.2.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2666-8.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2665-31.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2665-32.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2666-2.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2666-7.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2665-31.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2666-12.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2665-32.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2665-33.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2665-32.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2665-32.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2666-8.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2665-31.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2666-2.
República. 2 de abril de 1932. Año II. Núm. 142. p.2
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-3-5. Sig. 2743-35.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-3-5. Sig. 2743-35.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-3-5. Sig. 2743-35.
AHPTE, RRDD 21315/3.
Proyecto AHPTE, RRDD 20886/1.
Proyecto AHPTE, RRDD 21360/1.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2663-30.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2663-28.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2661-21.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2657-13.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2658-43.
Proyecto AHPTE RRDD 20852/7, Proyecto. AMT Cod. 3-1-2-5 Sig.2660-2, Proyecto. AMT Cod.3-1-2-5 Sig.2658-43
Proyecto, AMT, Exp. Código 3-1-2-5, Signatura 2663-30.
Ordenanzas, AMT, Exp. Código 1-1-3-1, Signatura 2942-2.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2662-4.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2660-4.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2663-1.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2662-5.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2657-13.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2649-39.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2646-33.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2643-8, Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2642-4, Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2642-14, Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2643-7
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2649-39.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2646-33.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2646-33.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2643-8, Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2642-4, Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2642-14.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2643-8.
Proyecto. AMT, Cod. 3-1-2-5. Sig. 2589-3.